martes, 15 de febrero de 2011

No todas son buenas noticias

Me cuesta mucho escribir estas palabras, de alguien que para nosotros fue muy especial y que por propia decisiòn ya no esta.
Alberto Gaday y Gustavo Artacho, si bien no fueron los primeros ciclistas que entrenaron bajo mis ordenes, fueron los primeros que se formaron a mi lado desde chiquitos y cuando llegaron a primeras figuras nos sentimos contentos y satisfechos por el trabajo y hablo en plural porque a mi lado hubo gente que ayudo, Nacho Geraci con la moto, Mirta y Silvia (nuestras señoras) que ayudaban en la pista y bancaban nuestros enojos cuando las cosas no salían y la Dra. Patricia Torres con el seguimiento medico.
Alberto ya no esta, y desde que me entere además de la bronca y la tristeza me pasaron imagenes. Los primeros entrenamientos en la pista para los campeonatos argentinos de '84, en el '85 la experiencia de ir al mundial júnior en Alemania y a su regreso los campeonatos de pista en Bahía Blanca.El accidente de Mar del Plata en el '86 que parecía -luego de salvarle la vida- que no iba a caminar y gracias a los médicos del Hospital Santogianni, logro luego de estar 1 año en silla de ruedas volver a pedalear en diciembre del `87.
Y en el `88 cuando ninguno podía imaginar que volvería a correr, durante 6 meses preparamos llegar a las selectivas para la Olimpiada de Seul y las gano.
Pasaron los años y cuando parecía el tiempo nos había distanciado, un día me llama y me pide que entrene a sus hijos y todo volvía a empesar, solo que en este caso el colaboraba.
No se por que fue que tomo esa decisiòn, solo permitanme estas lineas como un desahogo y estas lágrimas para el que fue como un hijo.